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Estírate, respira, muévete

Ayude a los niños a conectar cuerpo-mente para relajarse, reenfocarse o manejar los grandes sentimientos. Después de notar cómo se siente el cuerpo, podemos analizar lo que sentimos y nombrar el sentimiento.

Nuestro cuerpo nos enseña mucho sobre los sentimientos; también puede ayudarnos comprender y a manejar nuestros sentimientos. Anime a los niños a notar las “pistas” que el cuerpo da sobre lo que pueden estar sintiendo. Por ejemplo, un dolor de estómago podría ser una señal de que nos sentimos preocupados. Luego, muéstreles cómo usar el cuerpo para controlar los sentimientos. 

¡La naturaleza es una fuente de inspiración! Podemos sentirnos más estables si tenemos una postura erguida como si fuéramos un árbol y también podemos calmarnos si zumbamos como una abejita. 

Cuando los niños necesiten calmarse, enfocarse o reponerse, practiquen este ejercicio de hacer poses, mover el cuerpo y respiración inspirada en la naturaleza. Anímelos a analizar cómo se sienten mientras mueven el cuerpo. 

Equilibrar, estirar, recuperar 

El movimiento de todo el cuerpo, como guardar el equilibrio y los estiramientos, ayudan a los niños a conectarse con los sentimientos de su cuerpo y reorientar su energía. 

  • ¡Toca las estrellas! De pie con los brazos a los lados del cuerpo. Inhalen y exhalen lenta y profundamente. Pónganse de puntillas y extiendan un brazo lo más alto que puedan. Háganlo ahora con el otro brazo. 
  • Camina como un elefante De pie en posición firme inhalen y exhalen lenta y profundamente. Dóblense hasta tocar los pies y dejen que los brazos cuelguen. Junten las manos y muevan los brazos de un lado a otro, como si fueran la trompa de un elefante. Ahora, muevan el cuerpo de un lado a otro y caminen como un elefante. Nuevamente en posición firme respiren profundamente. 
  • ¡Erguido como un árbol! De pie con los pies juntos levanten ligeramente un pie. Ahora descansen ese pie contra el tobillo de la otra pierna. Extiendan los brazos como si fueran las ramas del árbol. Traten de mantener el equilibrio mientras inhalan por la nariz y exhalan por la boca. ¡Somos árboles fuertes! Imaginen las raíces hundiéndose profundamente en la tierra. Viene una suave brisa… ¿pueden balancear las ramas? 
  • Gato acurrucado Agáchense en el suelo con las rodillas y manos en el piso. Inhalen lentamente mientras levantan la cabeza hacia atrás. Exhalen lentamente mientras bajan la cabeza y encorvan la espalda, como si fueran un gato encorvado. 

Respiración profunda 

La respiración ayuda a los niños a ponerse en contacto con el cuerpo, mente y corazón, y a manejar los grandes sentimientos. 

  • Respiración de estrella Extiendan los dedos de una mano para formar una estrella. Con el dedo índice de la otra mano tracen lentamente cada dedo de la mano extendida hacia arriba por un lado y hacia abajo por el otro. Lentamente inhalen por la nariz mientras trazan los dedos hacia arriba, exhalen o soplen por la boca mientras trazan los dedos hacia abajo. 
  • Respiración de abeja Siéntense y cierren los ojos. Escuchen su propia respiración. Inhalen lentamente por la nariz. Exhalen lentamente por la boca mientras dicen bzzz. Repitan dos veces. 
  • Respiración de mariposa Extiendan los brazos e imagínense que son las magníficas alas de una graciosa mariposa. Levanten lentamente las alas por encima de la cabeza mientras inhalan, luego bájenlas mientras exhalan lentamente.  
  • Respiración de volcán Para liberar energía, comiencen con las manos juntas frente al pecho. Inhalen por la nariz mientras suben los brazos. ¡La lava caliente sube y sale! Exhale por la boca mientras bajan los brazos. La lava fluye hacia el suelo. Repetirlo. 

Imprima y consulte Atención plena: Las poses de la naturaleza en la que Grover demuestra algunas de estas poses.