Una gran manera de mantener un hogar en calma es separar tiempo cada día para jugar juntos; incluso compartir diez minutos sin interrupciones pueden hacer una gran diferencia.

Empiece por evitar las distracciones. Deje sus dispositivos electrónicos en otro cuarto. Prométase a sí mismo que no va a contestar el teléfono ni enviar mensajes de texto o chequear su correo electrónico durante los próximos diez minutos.

Dígale a su niño: “Durante los próximos diez minutos, tú y yo nos vamos a divertir. ¡Soy todo tuyo!”. Luego, exploren cualquiera de las siguientes sugerencias para iniciar su aventura de juego:

  • Muéstrele una caja vacía de cereal y pregúntele: “¿Qué podemos hacer con esta caja? ¿En qué podemos convertirla?”.
  • Saque prendas de ropa divertidas y sugiera: “Vistámonos de la manera más cómica que se nos ocurra”. Puede usar un cronómetro para convertir la actividad en una competencia.
  • Reúna los animales de peluche de su niño y jueguen a darles un baño, a que vayan a la cama y a que les cantan una canción de cuna para que se duerman.
  • Estire una manta sobre el suelo, ya sea adentro o afuera de la casa, y tengan un pícnic rápido, imaginen que navegan en un bote, que están en la playa o que vuelan en una alfombra mágica.
  • Usen autos de juguete y un trozo de cartón para preparar una rampa y dejar que los coches ¡viajen a toda velocidad!

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