Un ambiente de aprendizaje participativo 

Los niños aprenden de muchas maneras; aprenden de los adultos, entre ellos e incluso del ambiente donde viven. Los niños pequeños utilizan los sentidos para interactuar con el mundo a su alrededor y donde viven. Cuando ellos sienten que el lugar donde están es seguro, acogedor y atractivo, las posibilidades para el aprendizaje pueden ser infinitas. 

Considere lo siguiente para lograr sacar el máximo provecho de su espacio para animar a los niños a aprender y a conectarse con usted. 

• Organización y seguridad  

• Mire alrededor de su aula desde la altura en que lo haría un niño para tener mejor sentido de lo que el niño puede apreciar. ¿Las cosas que necesitan están al alcance (útiles, juguetes, áreas para descansar, etc.), y las cosas no seguras o para las “las personas mayores” están fuera del alcance de los niños? 

• Accesibilidad 

• Durante las rutinas diarias considere el uso de tarjetas para rutinas visuales o un pizarrón “Primero, luego” para ayudar a los niños a sentir ilusión por su día y recordar lo que harán después. 

• Consideraciones para adentro y afuera 

• Los niños podrían tener preferencia por estar en ciertos lugares como sentados en una silla cómoda o bajo la sombra de un árbol. Observe dónde se sienten relajados y piense en cómo agregar un toque especial para hacer de ese lugar aún más acogedor. Podría colocar una almohada con una manta para que los niños se acurruquen con un buen libro, ofrecerles una manta de picnic o un banco donde puedan quedarse por más tiempo. 

• Materiales de juego 

• Repasar los hitos del desarrollo puede ser una excelente manera para asegurarse de que los materiales de juego que les ofrece a los niños sean adecuadamente desafiantes 
• Cuando elija juguetes u otros materiales, considere cómo puede incentivar juegos diferentes. Por ejemplo, los juegos de mesa fomentan el juego estructurado, una caja de ropa para disfrazarse inspira el juego dramático y jugar con agua estimula el juego sensorial.