
Cómo educar mi cerebro
El diálogo compasivo con nosotros mismos puede cambiar los momentos difíciles.
Miren juntos el video. Después, diga Podemos enseñarle al cerebro a ayudarnos a sentir, aprender y trabajar mejor. Una forma de educar el cerebro es hablar con nosotros mismos.
Observe cómo Louie habla consigo mismo cuando está frustrado. Permita que los niños lo vean dando ese ejemplo cuando usted se sienta estresado. Así les enseñará una estrategia que ellos pueden usar durante toda su vida. Podrían usar frases compasivas para hablar consigo mismo.
- Yo no me rindo. Puedo resolver esta situación.
- Respiro profundo y continúo intentando hacerlo.
- Siempre encontraré la forma de hacerlo.
- Yo puedo hacerlo. Sé cómo hacerlo.
- Si no puedo hacerlo entonces pediré ayuda.
Luego, la próxima vez que el momento lo requiera, ayude a su niño a usar esa estrategia.
La mentalidad es importante
La mentalidad es cómo nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Es el “lente” a través del cual entendemos los acontecimientos, manejamos los desafíos y pensamos en nuestro propio potencial. Las investigaciones muestran que la mentalidad es importante para la salud y el desarrollo general de los niños porque tiene efecto en el bienestar físico y emocional, así como en la adquisición de las destrezas de aprendizaje y pensamiento.
Una mentalidad compasiva significa tener la capacidad de vernos a nosotros mismos y a los demás con amabilidad, comprensión, optimismo y sin prejuicios. Una mentalidad compasiva nos ayuda a ser amables y amorosos con nosotros mismos cuando tenemos sentimientos y experiencias difíciles y especialmente cuando nos encontramos en un estado de angustia más intenso. Nos ayuda a seguir intentando alcanzar nuestras metas y ambiciones incluso cuando hay obstáculos.
Una mentalidad compasiva también nos ayuda a saborear y a celebrar la alegría y la belleza de la vida.

Juntos y seguros
Cuando las familias tienen que salir de casa para estar sanos y salvos, es bueno recordar que hogar es donde está el amor.

La hora de las burbujas
Una actividad tranquila, como soplar burbujas, puede ayudar tanto a los niños como a los padres y cuidadores a respirar profundamente, reducir la velocidad y a calmarse.

Poder del crayón

Hasta luego caracola
Una rutina de despedida especial y amorosa puede hacer más fácil las separaciones.

Brazaletes de amistad
Cuando es difícil estar separados de los seres que amamos, las cosas más pequeñas pueden convertirse en grandes recordatorios de que alguien nos ama y está pensando en nosotros.

La belleza de las nubes
Pasar tiempo afuera de la casa nos recarga la energía para todo el día.

Abrazos de almohada
Abrazar una almohada con funda de un artículo de vestir del padre o cuidador ausente ayuda a calmar y a reconfortar al niño.