
Yo observo, yo siento, yo puedo
Una estrategia sencilla para enseñarles a los niños a reconocer sus sentimientos y a controlar las emociones desafiantes.
A medida que el cerebro de su niño se desarrolla, también se desarrolla su capacidad para identificar sus sentimientos y controlar sus emociones. Usted es la persona más importante para ayudarlo a lograrlo. Cuanto más fuerte sea la emoción, más ayuda necesitará el niño de un padre o cuidador amoroso.
Todos conocemos esos momentos en que podemos sentir que nuestro cuerpo se tensa por las frustraciones o preocupaciones. Este es un plan para enseñarles a los pequeños a identificar sus sentimientos y cómo se manifiestan en el cuerpo, así comprender la relación mente-cuerpo. Es mejor enseñarles y practicar esta estrategia cuando los niños están tranquilos para que sepan aplicarla cuando tengan sentimientos abrumadores.
Cuando nos sentimos abrumados por grandes sentimientos (incluso los agradables como el entusiasmo), tanto niños como padres y cuidadores pueden aprovechar esa oportunidad para aprender y practicar tres pasos que nos ayudan a controlarlos. Mire este video con los niños y observen a Louie darle ejemplos de estos tres pasos a Elmo.
Yo observo – Hagan una pausa para notar cómo reacciona el cuerpo, ¿cómo nos sentimos por dentro? (Louie sentía su cuerpo un poco tembloroso y respiraba con dificultad).
Yo siento – “Identifiquen el sentimiento” y describa la emoción. (Louie nombra la emoción como “frustración”. Louie también describe la situación que lo hace sentir de esa manera).
Yo puedo – Podemos decidir hacer algo para controlar las emociones. (Louie decide descansar un rato y hacer ejercicios de estiramiento).
Después podría imprimir esta página que detalla cada paso a seguir. Dele a su niño el ejemplo y practiquen los pasos la próxima vez que usted o su niño lo necesiten. Tal como lo hizo el papá de Elmo, dar el ejemplo de los pasos es una buena manera de demostrarles a los niños que todos tenemos sentimientos y que hay formas para lidiar con ellos.

Juntos y seguros
Cuando las familias tienen que salir de casa para estar sanos y salvos, es bueno recordar que hogar es donde está el amor.

La hora de las burbujas
Una actividad tranquila, como soplar burbujas, puede ayudar tanto a los niños como a los padres y cuidadores a respirar profundamente, reducir la velocidad y a calmarse.

Poder del crayón

Hasta luego caracola
Una rutina de despedida especial y amorosa puede hacer más fácil las separaciones.

Brazaletes de amistad
Cuando es difícil estar separados de los seres que amamos, las cosas más pequeñas pueden convertirse en grandes recordatorios de que alguien nos ama y está pensando en nosotros.

La belleza de las nubes
Pasar tiempo afuera de la casa nos recarga la energía para todo el día.

Abrazos de almohada
Abrazar una almohada con funda de un artículo de vestir del padre o cuidador ausente ayuda a calmar y a reconfortar al niño.