
Los adultos me cuidan
Un cuento sobre los innumerables beneficios cuando los niños cuentan con los cuidados de sus padres, cuidadores y otras personas de confianza.
Cuando usted escucha a su niño, cuando juntos tienen momentos alegres, cuando le da su apoyo, lo consuela y lo trata con amor, usted lo ayuda a ser fuerte en cuerpo y mente. Lo más importante es que usted sea una presencia constante y amorosa en la vida de su niño.
Lean juntos este cuento. Utilice las “pausas” para padres y cuidadores en cada pantalla para conectarse con su niño.
Solo para usted
Practique estas ideas en cualquier momento.
- Nombren a las personas de confianza del niño. Todas las personas que se preocupan y cuidan del niño.
- Todos los días dígale al niño lo que le encanta de él.
- Relájese y disfrute de los momentos alegres que juntos tienen todos los días.
- Jueguen juntos o actúen las escenas de los cuentos.
- Siga la curiosidad natural de los niños. Diga, Estás mirando de cerca esta hoja. ¿Cómo es? ¿Tocamos la vena de la hoja para ver cómo se siente?
- Continúe haciendo sus rutinas de cariño a la hora de acostarse, incluyendo hablar de las cosas divertidas, tristes, frustrantes y felices que hicieron en el día, leer cuentos y por supuesto darse abrazos.

Juntos y seguros
Cuando las familias tienen que salir de casa para estar sanos y salvos, es bueno recordar que hogar es donde está el amor.

La hora de las burbujas
Una actividad tranquila, como soplar burbujas, puede ayudar tanto a los niños como a los padres y cuidadores a respirar profundamente, reducir la velocidad y a calmarse.

Poder del crayón

Hasta luego caracola
Una rutina de despedida especial y amorosa puede hacer más fácil las separaciones.

Brazaletes de amistad
Cuando es difícil estar separados de los seres que amamos, las cosas más pequeñas pueden convertirse en grandes recordatorios de que alguien nos ama y está pensando en nosotros.

La belleza de las nubes
Pasar tiempo afuera de la casa nos recarga la energía para todo el día.

Abrazos de almohada
Abrazar una almohada con funda de un artículo de vestir del padre o cuidador ausente ayuda a calmar y a reconfortar al niño.