Las pequeñas expresiones de amor y gratitud son como semillas en un jardín. Si las cultivas, pueden convertirse en sentimientos de confianza y alegría. 

Converse con los niños sobre las pequeñas cosas de cada uno que aman. Diga: “Te quiero porque…” y luego termina la oración. Escriba una afirmación “Te quiero” en cada señal dentro del jardín. Luego, cuelgue el dibujo en casa. ¡Muestre a los niños cada día cuánto los quiere y observe cómo florecen!