Artículos

El poder de las buenas relaciones entre padres e hijos

El cariño entre padres e hijos es la base del bienestar emocional de los niños.

Como padre o cuidador, su relación con el niño juega un papel poderoso. Esa relación de amor prepara al niño para crear relaciones sólidas y también le fortalece su bienestar emocional, para toda la vida. 

Estar en sintonía (reconocer y responder a las emociones y necesidades de su niño) es una manera importante de hacer que el niño se sienta aceptado, comprendido, visto, escuchado y seguro. Las siguientes son sugerencias que se pueden usar para validar las experiencias emocionales del niño y fortalecer el vínculo afectivo entre ustedes. Estas sugerencias están basadas en investigaciones psicológicas recientes. 

Cómo darle forma al mundo emocional del niño 

  • Ayude al niño a nombrar sus sentimientos. Con eso usted lo ayuda a ampliar la alfabetización emocional y le enseña a usar palabras para expresar sus emociones. Diga, Mi amor, estás llorando. ¿Estás triste? ¿Por qué estás triste? 
  • Recuérdele que los sentimientos de dolor y frustración son normales. Evite usar frases como “No estés triste” o “no te enojes”. 
  • Cuando necesite atender momentos difíciles con su niño, recuerde que el comportamiento es la principal forma en que los niños pequeños comunican sus emociones. Ellos están aprendiendo a usar palabras para expresar lo que están sintiendo. 
  • Investigue lo que está sucediendo en el mundo de su niño que podría ser la causa de su comportamiento y emociones. ¿Tiene hambre o estás cansado? 

Orgullo propio

Fomente el “orgullo propio” para fortalecer ese vínculo afectivo con su niño y hacer que se sienta visto, escuchado y apoyado. Estas son formas sencillas de demostrarle a su niño que usted le presta atención y se preocupa por él.  

  • Elogie al niño con observaciones positivas, Diste un buen ejemplo al compartir tu juguete favorito con tu amigo. 
  • Repita algo similar a lo que el niño dice. Si su niño dice, “Me gusta jugar con estos bloques”, usted podría decir, Es divertido jugar con esos bloques y además, ¡son tus bloques favoritos! 
  • Imite la actividad que hace el niño. Si su niño está dibujando una casa, podría decirle, Me gusta esa idea, yo también dibujaré una casa. 
  • Describa lo que el niño está haciendo. ¡Has dibujado un arcoíris precioso! 
  • Demuestre su entusiasmo cuando juegan juntos. Me encanta hacer este juego contigo. ¡Tú me haces sentir muy bien! 

Fuente: Erlanger Turner, PhD, profesor asociado de psicología en la Universidad Pepperdine en Malibú, California, y experto en psicología infantil y multicultural.