
Inventemos un cuento
Leer cuentos desarrolla el vocabulario y las destrezas del pensamiento crítico. También es una forma de estrechar vínculos afectivos y compartir la cultura y las tradiciones familiares.
La tradición oral (cuentos e historias de las culturas que se transmiten oralmente de generación a generación) y otras lecturas divertidas pueden ser iniciadores de grandes conversaciones y ayudan a ampliar vocabulario. Los niños también aprenden cómo se “construye” un cuento. Por ejemplo, todo cuento tiene un inicio, un desarrollo y un desenlace o final). Todo esto anima a los niños aprender a leer.
- Vean a Rosita y a su abuela inventar su propia versión de la leyenda mexicana El conejo en la Luna.
- Junto con los niños inventen una nueva versión del cuento El conejo en la Luna, como lo hicieron Rosita y su abuela. Piensen en el inicio, el desarrollo y el final del cuento, y en el problema que el conejo podría tener en la Luna. Incluyan datos científicos de la Luna, como luna llena, media luna y luna creciente. Agreguen nuevas palabras de vocabulario como cráter y conceptos matemáticos; ¡tal vez el conejo necesite contar zanahorias!
- Escriban el cuento que inventaron en una hoja de papel. Pídales a los niños que digan cómo se imaginan al conejo, como se imaginan a la Luna y cómo se imaginan que es estar en la Luna. Hábleles de cómo cada niño se imagina las cosas de manera diferente. Después invite a los niños a ilustrar el cuento.