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Inventemos un cuento

Leer cuentos desarrolla el vocabulario y las destrezas del pensamiento crítico. También es una forma de estrechar vínculos afectivos y compartir la cultura y las tradiciones familiares.

La tradición oral (cuentos e historias de las culturas que se transmiten oralmente de generación a generación) y otras lecturas divertidas pueden ser iniciadores de grandes conversaciones y ayudan a ampliar vocabulario. Los niños también aprenden cómo se “construye” un cuento. Por ejemplo, todo cuento tiene un inicio, un desarrollo y un desenlace o final). Todo esto anima a los niños aprender a leer. 

  1. Vean a Rosita y a su abuela inventar su propia versión de la leyenda mexicana El conejo en la Luna. 
  2. Junto con los niños inventen una nueva versión del cuento El conejo en la Luna, como lo hicieron Rosita y su abuela. Piensen en el inicio, el desarrollo y el final del cuento, y en el problema que el conejo podría tener en la Luna. Incluyan datos científicos de la Luna, como luna llena, media luna y luna creciente. Agreguen nuevas palabras de vocabulario como cráter y conceptos matemáticos; ¡tal vez el conejo necesite contar zanahorias! 
  3. Escriban el cuento que inventaron en una hoja de papel. Pídales a los niños que digan cómo se imaginan al conejo, como se imaginan a la Luna y cómo se imaginan que es estar en la Luna. Hábleles de cómo cada niño se imagina las cosas de manera diferente. Después invite a los niños a ilustrar el cuento.