Cuando las cosas no salen según lo planeado. Cuando los planes cambian. Cuando los planes a largo plazo simplemente no se pueden realizar, como el regreso a la escuela este año, podemos sentirnos frustrados, decepcionados, confundidos o incluso tristes. Es normal tener cualquiera de esos grandes sentimientos. 

Debido a la prolongada incertidumbre, todos debemos practicar cierta flexibilidad este año. El pensamiento flexible ayuda a que nos adaptemos a situaciones nuevas o inesperadas. Nos ayuda a resolver problemas, a llevarnos bien con los demás y a pensar en las cosas de manera diferente. 

Afortunadamente, hay formas divertidas para desarrollar la flexibilidad de pensamiento. 

En este video vemos a Julia y a su familia caminando hacia el parque. Pero descubren que en el parque hay mucha gente. La familia practica la flexibilidad y piensan en otras maneras para divertirse mientras regresan a casa. Mire el video junto con los niños. 

  • Antes de ver el video Hablen de la palabra flexibilidad. Pregunte: ¿Qué significa ser flexible? ¿Pueden pensar en cosas que sean flexibles? ¿Sabían que nuestro cerebro también puede ser flexible? 
  • Mientras ven el video Observen lo que dicen y hacen los padres de Julia para ayudar a los niños a no sentirse decepcionados. Resalte las formas en que ellos trabajan unidos para pensar en una solución. 
  • Después de ver el video – Pídales a los niños que relaten lo que pasó en el video. Hable de los momentos en que ustedes también necesitaron ser flexibles. ¿Qué problema enfrentamos? ¿Qué hicimos para resolverlo? 

Ahora piensen en cosas que son diferentes o inciertas acerca del regreso a la escuela este año. ¿Cómo se ha adaptado su familia? ¿Qué más pueden hacer para mantener una actitud flexible este año? 

Lea el artículo Somos flexibles para hallar más consejos sobre cómo ayudar a su familia a practicar y a desarrollar habilidades de pensamiento flexible. 

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