Usted puede darles a los niños las herramientas que necesitan para calmarse y para tratar a los amigos con cariño.

  • Lleve al niño a un lugar seguro y tranquilo para que se calme. Invítelo a respirar profundo; inhalar por la nariz y exhalar por la boca.
  • Recuérdele usar las palabras y no los puños. Dele reglas claras y sencillas como: “Habla, no toques” o “Dilo con palabras”.
  • Cuando se haya calmado hagan una lluvia de ideas para buscar otras maneras en las que podrían haber manejado el problema. Pregúntele cómo cree que el otro niño se siente.
  • Invítelo a asumir la responsabilidad por su propio comportamiento y a pedirle perdón de manera sincera a la persona a la que le hizo daño. Luego asegúrele que todos cometemos errores y ayúdelo a seguir adelante. Alabe cualquier esfuerzo que el niño haga para mejorar la situación.

Cuando el “comportamiento cruel” se convierte en “bullying”.

  • Una persona mayor debe intervenir inmediatamente si el comportamiento se convierte en “bullying”. El “bullying” puede indicar de que el niño está enfrentando unos sentimientos muy fuertes que deben ser analizados y conversados para que ese comportamiento cese.
  • Asegúrese de que los otros niños sepan si están siendo víctima de “bullying”. Explíqueles que si eso sucede deben avisarle y pedirle ayuda a una persona mayor. Explíquele al niño que ha sido víctima del “bullying” que no es su culpa, y que puede decirle al niño que le agrede, “No me gusta cómo te estás comportando. Voy a jugar con otros niños”.