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Para proveedores. Cómo ayudar a las familias reasentadas

Las familias reasentadas en los Estados Unidos necesitan de gran ayuda. Su presencia comprensiva y su ayuda con estrategias sencillas y los recursos que ofrecemos son de gran importancia.

Cuando los niños y los padres viven momentos de temor o amenazas, las mentes pueden entrar en el modo de huir, luchar congelarse. Esta es la forma en que nuestro cerebro trata de protegernos. La respuesta de luchar es querer atacar la amenaza (física o verbalmente). Huir es escapar o esconderse y congelarse es sentirse incapaz de moverse o hablar. 

Las familias que están en proceso de reasentamiento pueden pasar por muchos momentos como este. La mejor fuerza estabilizadora son las relaciones de ellos con personas comprensivas como usted. Su presencia cariñosa puede ayudar a los niños a sentirse tranquilos, y las estrategias que les ofrece pueden ayudarlos a superar estos momentos. Más que eso, usted tiene el poder de ayudarlos a recordar las fortalezas propias y desbloquear el potencial para un futuro más fácil. 

Ya sea que usted tenga varios días o solo unos minutos para relacionarse con las familias, puede ayudarlos a ubicar sus experiencias, tanto buenas como malas, en el contexto más amplio de sus vidas. También puede ayudarlos a reconocer, descubrir y aprovechar las fortalezas propias en cada paso del camino. 

Las estrategias que aquí presentamos están diseñadas para desarrollar la fortaleza emocional de las familias al enseñarles a manejar los cambios y a mantener una perspectiva esperanzadora. Los mensajes clave reconocen los muchos sentimientos importantes que surgen con cambios trascendentales, al mismo tiempo que les recuerdan a las familias que tienen valor, fortaleza y resistencia. Puede usar estos mensajes para recordarles que ellos tienen mucho de qué enorgullecerse y esperar con ansias. 

A medida que comience a utilizar estos recursos con las familias, tenga en cuenta el nivel de seguridad y de aceptación. Cuando las familias están en modo de crisis (es decir, huir, pelear, congelarse), lo más apropiado puede ser respirar profundamente o tener un momento de tranquilidad. A medida que crece su sentido de seguridad, o a medida que disminuye la intensidad del cambio, usted puede comenzar a presentarles más estrategias y animar a las familias a hacer cosas nuevas. 

Independientemente de en qué fase del proceso de reasentamiento están las familias, hay muchas cosas que usted puede hacer para ayudarlas a sentirse más seguras y protegidas. 

Por ejemplo, podría crear en los niños el sentido de seguridad diciéndoles, 

  • Tú no estás solo. 
  • Todos tus sentimientos son normales. 
  • Tus padres y personas que te cuidan saben cómo protegerte. 
  • Tú eres muy importante. 
  • Lo que nos ocurre no es tu culpa. 
  • Hay muchas personas que saben cómo ayudarte a ti y a tu familia (trabajadores sociales, trabajadores de casos, maestros, profesionales de la salud y otros). 

 Dígales a los padres 

  • Usted y su familia son fuertes, valientes y tienen fortaleza emocional. 
  • Lo que están viviendo puede convertirse en parte significativa y fortalecedora de la historia de su familia. 
  • Su situación actual no lo define como persona ni como familia. Usted es más grande que las circunstancias que está enfrentando actualmente. Al mismo tiempo, es normal sentirse enojado o triste. 
  • Mantener la esperanza es importante así como el “cuidado personal de la familia”. Hay que reír, cantar, contar cuentos, abrazarse y mantener rutinas sencillas tanto como les sea posible. 

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